Salmos 141: Oración a fin de ser guardado del mal.
1 Salmo de David. JEHOVA, á ti he clamado; apresúrate á mí; Escucha mi voz, cuando te invocare.
2 Sea enderezada mi oración delante de ti como un perfume, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.
3 Pon, oh Jehová, guarda á mi boca: Guarda la puerta de mis labios.
4 No dejes se incline mi corazón á cosa mala, A hacer obras impías Con los que obran iniquidad, Y no coma yo de sus deleites.
5 Que el justo me castigue, será un favor, Y que me reprenda será un excelente bálsamo. Que no me herirá la cabeza: Así que aun mi oración tendrán en sus calamidades.
6 Serán derribados en lugares peñascosos sus jueces, Y oirán mis palabras, que son suaves.
7 Como quien hiende y rompe la tierra, Son esparcidos nuestros huesos á la boca de la sepultura.
8 Por tanto á ti, oh Jehová Señor, miran mis ojos: En ti he confiado, no desampares mi alma.
9 Guárdame de los lazos que me han tendido, Y de los armadijos de los que obran iniquidad.
10 Caigan los impíos á una en sus redes, Mientras yo pasaré adelante.
Reflexión por Noemi Dominguez:
“Ten cuidado con tus palabras. Una vez que se dicen, solo pueden ser perdonadas, no olvidadas” [autor desconocido]. Desde hace tiempo, cuando veo algún cuadro con alguna leyenda interesante, hago todo lo posible por comprarlo. Como lo he comentado anteriormente, uno de ellos que tengo en mi cocina dice: Señor, cubre mis hombros con Tu brazo, y ¡cubre con tu mano mi boca! “Las palabras son semillas que hacen más que soplar. Aterrizan en nuestros corazones y no en el suelo. Ten cuidado con lo que plantas y ten cuidado con lo que dices. Es posible que tengas que comer lo que plantaste algún día”.[Autor desconocido]. “Ayúdame, Señor, a mantener cerrada mi boca y sellados mis labios.” [versículo 3, Nueva Biblia Viva]. Esto nos evitaría tener que preguntarnos lo que tantas veces tristemente nos preguntamos: ¿por qué no me callé la boca? ¡Cuántos malentendidos no ocurrirían! ¡Cuántas heridas se evitarían? Como lo indica al comienzo del versículo 4, el problema no es la lengua, sino el corazón. “No dejes que mi corazón se incline a nada malo…” [Biblia de las Américas]. El Espíritu Santo es Quien produce su fruto apacible en nosotros: mansedumbre y dominio propio [Gálatas 5:23] y con una mente renovada [Romanos 12:2] podemos usar nuestros labios para alentar, para enseñar, para compartir las buenas noticias del amor de Dios. “Una palabra amable puede cambiar todo el día de alguna persona.” [Autor desconocido] y la Palabra de Dios puede cambiar la eternidad de todo aquel que cree en Él. Señor te ruego que hoy uses mis labios para bendecir a alguien.
Psalms 141: Prayer for Safekeeping from Wickedness.
1 Lord, I cry unto thee: make haste unto me; give ear unto my voice, when I cry unto thee.
2 Let my prayer be set forth before thee as incense; and the lifting up of my hands as the evening sacrifice.
3 Set a watch, O Lord, before my mouth; keep the door of my lips.
4 Incline not my heart to any evil thing, to practise wicked works with men that work iniquity: and let me not eat of their dainties.
5 Let the righteous smite me; it shall be a kindness: and let him reprove me; it shall be an excellent oil, which shall not break my head: for yet my prayer also shall be in their calamities.
6 When their judges are overthrown in stony places, they shall hear my words; for they are sweet.
7 Our bones are scattered at the grave’s mouth, as when one cutteth and cleaveth wood upon the earth.
8 But mine eyes are unto thee, O God the Lord: in thee is my trust; leave not my soul destitute.
9 Keep me from the snares which they have laid for me, and the gins of the workers of iniquity.
10 Let the wicked fall into their own nets, whilst that I withal escape.
Reflexion by Noemi Dominguez:
“”Be careful with your words. Once they are said, they can be only forgiven, not forgotten.” [author unknown]. For a long time, when I see a painting with an interesting legend, I do my best to buy it. As I have said before, one of them that I have in my kitchen says: Lord, put your arm over my shoulders and put your hand over my mouth! “Words are seeds that do more than blow around. They land in our hearts and not the ground. Be careful what you plant and careful what you say. You might have to eat what you planted one day.” [Author unknown]. “Lord, •help me control my tongue [set a guard on my mouth]; help me be careful about what I say [keep watch on the door of my mouth;]” [verse 3, Expanded Bible]. This would save us from having to ask ourselves what we so often sadly ask ourselves: why didn’t I shut my mouth? How many misunderstandings would not occur! How many wounds would be avoided! As indicated at the beginning of verse 4, the problem is not the tongue, but the heart. “Take away my desire to do evil [Don’t incline my heart to an evil matter]” [Expanded Bible]. It is the Holy Spirit who produces His peaceful fruit in us: meekness and self-control [Galatians 5:23] and with a renewed mind [Romans 12:2] we can use our lips to encourage, to teach, to share the good news of God’s love. ” “One kind word can change someone’s entire day.” [author unknown] and the Word of God can change the eternity of everyone who believes in Him. Lord, please use my lips today to bless someone.
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